La secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, se reunió ayer por tarde con el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, para analizar el ambicioso programa de actuaciones que permitirá cerrar el anillo de la autovía SE-40 en 2030, con una inversión de hasta 972 millones de euros. Tras el encuentro, al que también asistieron Xavier Flores, secretario general de Infraestructuras, y Pedro Fernández Peñalver, delegado del Gobierno en Andalucía, se acordó la constitución de una comisión de información de las inversiones en la capital hispalense.
La reunión, que se celebró en Sevilla, reflejó el consenso de las administraciones sobre la importancia de concluir la autovía de circunvalación para estructurar y reconducir la movilidad del entorno metropolitano de la ciudad, y el compromiso del Ministerio con el proyecto, en el que está trabajando con una visión global y viable, que lo hagan posible en los próximos años.
Actualmente, la autovía SE-40 tiene en servicio 38 kilómetros en dos arcos separados, el arco sureste entre la A-4 (lado Córdoba) y Dos Hermanas-A-4 (lado Cádiz), y el arco suroeste, entre Coria del Río y Espartinas (A-49). En la reunión se trató la situación de los seis tramos pendientes de poner en servicio y se plantearon cronogramas, tramo por tramo.
El tramo Dos Hermanas-Coria, que incluye la construcción de un puente para cruzar el el río Guadalquivir, tiene prevista la puesta en servicio en 2028. La ejecución implicará una inversión estimada de hasta 514 millones de euros, dependiendo de la tipología del viaducto que resulte finalmente seleccionada. El proyecto de Presupuestos para 2023 incluye dos millones de euros para financiar las actuaciones relacionadas con el anteproyecto.
Los tramos Espartinas (A-49) – Valencina – Salteras (A-66), del arco noroeste, verán aprobados sus dos proyectos en 2023, año en el que se licitarán. El proyecto de los PGE-2023 prevé una inversión de 22 millones de euros en dichos tramos, con el objetivo de que entren en servicio en 2026. La inversión prevista en ambas obras alcanza los 163 millones de euros.
En particular, el tramo Espartinas (A-49)-Valencina tiene previsto salir a información pública en noviembre de 2022, con un presupuesto de licitación estimado de 61 millones de euros e incluye un viaducto de 347 metros para salvar el río Pudio, la carretera A-8076 y la vía pecuaria Cañada Real de las Islas. Por su parte, el tramo Valencina-Salteras (A-66) del arco noroeste, en el que se proyectan 21 estructuras, el presupuesto de licitación alcanza los 102 millones de euros. El tramo concluye en la A-66, donde se ejecutan los ramales de conexión que le dan funcionalidad completa al tramo y que forman parte del enlace entre ambas autovías.
El arco norte se abordará acompasado con la conversión de la SE-20 en vía urbana, así como la ejecución de la inversión prevista en el resto de los proyectos de la SE-40, con licitaciones de estudios que para el proyecto de PGE-2023 que alcanzan los 1,5 millones de euros. Se trata de tres proyectos con una longitud de 20,7 km, que fueron redactados hace más de una década y que requieren de una nueva tramitación, reestructuración y actualización técnica.
Esto implicará, entre otros, actualizar el presupuesto de licitación de 2010, que alcanzaba los 295 millones de euros. Los proyectos de construcción, está previsto que se inicien entre 2023 y 2024, y las obras correspondientes entre 2026 y 2027, con el fin de que puedan entrar en servicio en 2030, cerrando el anillo de la SE-40, aunque el objetivo es, como siempre, ir poniendo a disposición de los ciudadanos todos los tramos a medida que se vayan ejecutando.