La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha presidido hoy el acto de puesta en servicio de las obras del tramo Sils-Caldes de Malavella y el inicio de las obras entre Maçanet de la Selva y Sils, en la autovía del Nordeste A-2, en Girona.
“Siempre hemos considerado la N-II como una actuación prioritaria y por ello a través del Plan N-II vamos avanzando en el desarrollo de sus distintas actuaciones”, ha señalado Pastor.
Por una parte, las obras del tramo Sils-Caldes de Malavella han consistido en la construcción de un nuevo tramo de autovía de seis kilómetros, del que se beneficiarán el tráfico que actualmente circula por la N-II.
El presupuesto de inversión asciende a 33,9 millones de euros, cantidad que sumada al coste de redacción del proyecto, al importe estimado de las expropiaciones y a la asistencia técnica para el control y vigilancia de la obra, arroja una inversión total de 45 millones de euros.
Por otra, las obras de la autovía A-2 en el tramo entre Maçanet de la Selva y Sils (2,7 kilómetros de longitud), que comienzan hoy, contarán con un presupuesto de 21,3 millones de euros.
La carretera N-II cuenta actualmente en este tramo con una única calzada de un carril por sentido, sin control de accesos ni vías de servicio. Estos trabajos contemplan la ejecución de un tramo nuevo de autovía, lo que incrementará la capacidad y mejorará la seguridad vial de la circulación en ese tramo.
Estas actuaciones están enmarcadas en el Plan N-II, diseñado para incrementar la capacidad y mejorar la seguridad vial de esta carretera a su paso por la provincia de Girona.
La longitud total del tronco de la autovía es de seis kilómetros y discurre por los términos municipales de Sils y Caldes de Malavella, dentro de la provincia de Girona.
A lo largo del recorrido destacan los siguientes puntos singulares:
La sección tipo básica en el tronco de la autovía está compuesta por dos calzadas de 7,00 m de anchura, en las que se alojan dos carriles de circulación de 3,50 m, arcenes exteriores de 2,50 m e interiores de 1,00 m ó 1,50 m. La sección de la autovía permite su futura ampliación a tres carriles por sentido.
La actual N-II, que se mantiene en la mayor parte de la traza con la función de vía de servicio de la autovía, permite conectar las dos carreteras vecinales (GI-555 y GI-673). En ambos puntos se dispone de dos enlaces con sus obras de fábrica. Los enlaces son:
El tramo carece de desmontes y terraplenes importantes, destacando solo el terraplén situado entre la Riera de Santa María y la línea de ferrocarril.
Se ha previsto la modificación o ampliación de las obras de drenaje transversal existentes, sobre todo aquellas que afectan al tronco de la autovía. En este sentido, además del puente sobre la riera, se han ejecutado 16 obras de las cuales tres son bóvedas, seis son cajones y las siete restantes, tubos.
Finalmente, se ha procedido a la reposición de los caminos agrícolas laterales que pueden verse afectados por el trazado.
En cuanto a la integración ambiental, las obras cuentan con medidas preventivas, protectoras y correctoras, de aspecto ambiental para proteger suelo, vegetación, fauna, y ruido. Destacan, entre otras, las siguientes medidas de protección ambiental:
Se trata de un tramo de 2,7 km de longitud, con dos calzadas de dos carriles de 3,50 m, arcenes exteriores de 2,50 m e interiores de 1,0 m.
El tramo cuenta con dos enlaces:
• Enlace de Vidreres: Conecta las carreteras N-II y C-35. Mantendrá su configuración actual, adaptándose los viales existentes a la nueva traza. La remodelación completa del enlace de Vidreres es objeto de otro proyecto actualmente en redacción y también perteneciente al Plan N-II.
• Enlace de Sils: Conecta las carreteras N-II y C-63: Se respeta su tipología actual adecuando los ramales a la nueva sección de la futura autovía.
Se han proyectado un total de siete estructuras: tres viaductos que permiten salvar las rieras de Pins, Reg Clar y Reg Sorrer, un paso inferior y tres muros.
La ministra ha señalado que en total en esta legislatura se destinará a las carreteras de Cataluña más de 945 millones d euros. De esta inversión, se ha tenido que hacer frente a deuda de ejercicios anteriores por un importe de 96 millones de euros.
Además, en esta Comunidad, en los años 2012 y 2013, se han abonado expropiaciones de obras que se iniciaron en los años 2007, 2008 y 2009 por importe de 120,84 millones de euros. Este año está previsto pagar más de 63 millones de euros en expropiaciones que afectan a 2.303 fincas.
Pastor ha señalado que estos datos constituyen una clara demostración de la apuesta del Gobierno en Cataluña que va más allá de las palabras y se concreta en partidas presupuestarias. Además, ha indicado que este esfuerzo inversor está ya contribuyendo a mejorar la vertebración de Cataluña y a incrementar su bienestar económico y social, lo que redundará en beneficio de todos los catalanes.