Mitma estandariza el uso de las Bandas Longitudinales Sonoras Fresadas para incrementar la seguridad en las carreteras
- Estas bandas (BLSF) están avaladas por una experiencia acumulada muy positiva en las carreteras españolas, en consonancia con la experiencia y bibliografía internacional, con reducciones de hasta el 80% de la accidentalidad con víctimas.
- Además de ser económicas y duraderas, ofrecen una serie de ventajas significativas como la resistencia a la degradación, la inmunidad a las máquinas quitanieves y la capacidad para guiar a los conductores en condiciones adversas.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), a través de la Dirección General de Carreteras, ha aprobado la Orden Circular relativa a las Bandas Sonoras Longitudinales Fresadas (BSLF), que tiene como finalidad unificar y sistematizar su uso en la Red de Carreteras del Estado.
Estas bandas han demostrado ser eficaces en las carreteras españolas, en consonancia con experiencias y estudios internacionales que muestran su alta eficacia en la reducción de los accidentes por salida de la vía, alcanzando disminuciones de hasta un 80% en la accidentalidad con víctimas.
Las BSLF contribuyen a guiar la conducción y refuerzan el mensaje transmitido por las marcas viales longitudinales que delimitan el borde de los carriles o de la calzada.
Su configuración se basa en hendiduras alineadas, creadas mediante el fresado en el pavimento de la carretera, produciendo resaltes negativos. Cuando un vehículo pasa sobre estas bandas, se generan efectos acústicos y mecánicos que sirven de alerta para que el conductor corrija la dirección del vehículo.
La implementación de las BSLF se basa en el principio de "carreteras que perdonan", entendiendo que los usuarios cometerán errores de conducción y su objetivo es minimizar la probabilidad de que dichos errores resulten en un accidente.
Entre las ventajas de las BSLF, en comparación con otras técnicas de alerta al conductor, destacan:
- Bajo coste de ejecución y mantenimiento.
- Resistencia a la degradación con el tiempo.
- Inmunidad a las máquinas quitanieves durante el invierno.
- Mayor sonoridad en el interior del vehículo.
- Capacidad para guiar en condiciones nocturnas y de meteorología adversa.
Esta medida se inscribe en el compromiso continuado de Mitma por mejorar la seguridad vial, donde cabe destacar el importante descenso en la accidentalidad en las carreteras del Estado en las últimas dos décadas: un 68% en accidentes con víctimas y un 89% en víctimas mortales desde 1989 hasta 2020.
