El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha acordado hoy con el Servei Català de Trànsit (SCT) una serie de medidas para reforzar la seguridad vial y las condiciones de circulación de la AP-7, mientras, en paralelo, el Ministerio ejecuta el plan de inversiones para mejorar la funcionalidad y capacidad de la autopista tras levantar los peajes. Así, ante el incremento del tráfico registrado a raíz de la liberalización de la infraestructura, han pactado una serie de actuaciones que modifican la ordenación y la reglamentación del tráfico en los tramos más sensibles de la AP-7 en Cataluña, como el refuerzo de las limitaciones de velocidad y de la señalización o continuar con el despliegue de bandas sonoras fresadas en el arcén derecho.
“Hemos tenido desde el inicio un grado de colaboración muy bueno con el Servei Català de Trànsit. Somos conscientes de que la AP-7 es un eje trascendental para la movilidad del territorio, por lo que hay una necesidad de afrontar la seguridad y la funcionalidad de la vía de forma inmediata”, ha apuntado Xavier Flores, secretario general de Infraestructuras, tras una reunión con el director del Servei Català de Trànsit, Ramón Lamiel, en el que, además del plan de actuación, han pactado mantener reuniones periódicas bimensuales para realizar un seguimiento del funcionamiento de las medidas, así como tratar otros temas de interés de ambas administraciones.
Las principales actuaciones que se han consensuado en el marco de este encuentro para mejorar la comodidad y la seguridad en esta vía en un corto plazo de tiempo de la forma más viable y efectiva son:
Asimismo, en línea con estas medidas para mejorar la funcionalidad de la autopista, en el enlace de Girona Sur, en el primer trimestre de 2023, se inaugurarán los ramales directos que se están construyendo actualmente en la glorieta existente para evitar las colas que alcanzan actualmente el tronco de la autopista.
"Este paquete de medidas acordadas hoy nos permite actuar en los tramos con más víctimas de la autopista para reducir la siniestralidad y también permitirá reducir las congestiones y mejorar la calidad de servicio de la AP-7”, ha trasladado Ramón Lamiel durante la intervención conjunta de ambas administraciones.
No en vano, han transcurrido catorce meses desde que se produjo la liberación de los últimos peajes de la AP-7. En este periodo, el tráfico de vehículos ligeros y pesados se ha incrementado en un 40% y en un 80%, respectivamente. Al mismo tiempo, las cifras de siniestralidad en el corredor viario compuesto por la AP-7 y el resto de las vías convencionales (N-340, N-II, C-35 y B-24 principalmente), han experimentado una mejora, con una reducción del 24% en número de fallecidos y del 27% en accidentes graves.
Durante su intervención, Xavier Flores ha recordado que el Ministerio de Transportes tiene programadas actuaciones en la AP-7 y en la AP-2 en Cataluña por valor de más de 1.000 millones de euros, encaminadas a la mayor seguridad, confort, resiliencia y accesibilidad del territorio del entorno de estas carreteras tras la liberación del peaje, mediante la construcción de nuevos enlaces y mejora de existentes, mejoras de la funcionalidad y la capacidad, y actuaciones complementarias.
Además, se crearán aparcamientos para camiones que transcurren por este corredor con el objetivo de facilitar el descanso reglamentario para el tráfico pesado de largo recorrido.
Cabe destacar el compromiso y la fructífera colaboración entre Mitma y el SCT en estas actuaciones, así como en la adecuación y ampliación de transfers para las operaciones especiales de tráfico a lo largo de toda la AP-7, además de otras actuaciones que facilitan el control, la vigilancia y el auxilio en carretera. “Hay medidas globales que llevaremos a cabo en materia de infraestructuras, pero en determinados puntos, el tipo de tráfico que tenemos requiere actuar de forma inmediata, con medidas de bajo coste y rápida implementación”, ha matizado Xavier Flores.